La desembocadura del Guadalquivir: el estratégico enclave geográfico que ha posibilitado el desarrollo de la ciudad de Sanlúcar de Barrameda desde tiempos prehistóricos.

La historia de Sanlúcar está íntimamente relacionada con el océano Atlántico y el río Guadalquivir. Tras la reconquista se convirtió en uno de los puertos más importantes del sur de Europa, el descubrimiento de América le otorgó como antesala natural de Sevilla un gran florecimiento; de Sanlúcar partió Colón en su tercer viaje a Indias y de Sanlúcar igualmente partió la expedición de Magallanes y Elcano que dio la primera vuelta al mundo…

Las propiedades medicinales terapéuticas de sus aguas hacen que a mediados del Siglo XIX Sanlúcar se convierta en destino vacacional estival preferente, la “San Sebastián del sur”, elegida por la corte de los Montpensier como residencia veraniega.
En sus playas se celebran las singularísimas y centenarias carreras de caballos, un verdadero espectáculo.

…Y tan destacada posición geográfica propicia el microclima que da lugar a una de las señas más identificativas de Sanlúcar de Barrameda: la Manzanilla, su celebérrimo vino.

Actualmente, Sanlúcar de Barrameda es una ciudad que se sustenta preferentemente sobre el sector vitivinícola y pesquero.

Asimismo es un idóneo lugar turístico, gracias a su envidiable clima, su espléndido legado histórico, monumental y cultural y su inigualable oferta gastronómica.